Autores: Susana de Andrés del Campo, Eloísa Nos Aldás, Agustín García Matilla

Este trabajo plantea el papel de la imagen como agente de transformación social. La metodología que se emplea es un estudio de caso sobre el impacto de la fotografía de Aylan Kurdi, el niño de tres años ahogado en el intento de huida en una balsa de inmigrantes sirios en Bodrum. Se trata de uno de los documentos recientes de fotoperiodismo social más difundidos transnacionalmente y con gran impacto en redes sociales. El estudio aborda diferentes niveles de análisis (iconográfico, iconológico y ético) para decapar los aspectos constitutivos de una imagen con poder de cambio social. Como principales conclusiones, esta investigación comprueba el poder de la imagen gráfica digital por su carácter de fácil reedición y resignificación en el paso de transformar simbólicamente la realidad y generar procesos de pronunciamiento y activismo en la ciudadanía a partir de entornos digitales. Los resultados del análisis del caso que se delimita muestran cómo el valor de una imagen en el cambio social no viene dado solo por la magnitud de la tragedia o el hecho que registra, ni por sus aspectos formales (iconográficos), sino por ser capaz de expresar un cambio de lógica (aspecto iconológico) y propiciar procesos de reapropiación y denuncia ciudadana. Por último, el debate ético sobre su difusión traslada el problema de la deontología periodística a la responsabilidad ciudadana.

 

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